martes, 23 de octubre de 2012

lunes, 22 de octubre de 2012

Monday at 7.00 am

HACE 10 AÑOS

Sientes unos empujoncitos y abres los ojos, lo primero que ves es a tu madre que te ha levantado como todas las mañanas. Te da un beso de buenos días y tu le dices de mala gana "noo, déjame dormir" y ella con todo su cariño te dice "venga, que vas a llegar tarde al cole". Entonces te levantas, te vistes, y vas a la cocina. Allí tu madre te tiene preparado el desayuno y mientras tu desayunas ella está trabajando con su pórtatil, esa máquina que tanto te fascina y que no te dejan tocar, y también está escribiendo cosas en una libreta muy grande con muchos boligrafos de colores. Y piensas "Pff quiero ser mayor para hacer cosas de mayores"

HOY

Suena esa canción que una vez fue tu favorita, pero que ahora aborreces por despertarte cada mañana. Te despiertas, apagas la alarma y te levantas. Desayunas, te vistes y aseas. Abres la puerta y te vas andando al instituto. De repente empieza a llover y te mojas. Y cuando llegas, empapado, tu profesor de matemáticas te
dice que hay examen sorpresa. Además en el recreo tus amigos hablan de lo bien que se lo pasaron en la discoteca a la que fueron el Sábado y en la que tu no conseguistes entrar. Entonces piensas "Pff, quiero tener ya 18 años para poder conducir, no tener exámenes, y poder ir de fiesta"

DENTRO DE 20 AÑOS

Un sonido molesto te despierta,  es el repetitivo y agobiante ruido de tu despertador. Miras la hora y ves que llegas tarde al trabajo. Ya estás de mal humor. Te montas en el coche y cuando arrancas se te enciende la luz que indica que el depósito de gasolina está vacío  Ya estás de más mal humor. Llegas a la gasolinera y cuando abres la cartera para pagar el combustible ves que solo hay un billete de 10€. Ya no puedes estar de peor humor. Y piensas "Pff, que fáciles eran las cosas cuando tenía 16 años, quien los volviera a tener"

DENTRO DE 50 AÑOS

Un rayo de luz entra por la ventana y te despierta, te levantas y te preparas un café. Te sientas tranquilamente en el sofá y ves las noticias de la mañana mientras te lo bebes. Cuando te vas a levantar notas ese dolor molesto en la espalda que no te abandona, ese que los médicos no pueden curar, ese al que le dicen achaque de la edad. Y vas al baño, te aseas, y ves tu reflejo en el espejo, ese rostro lleno de marcas de la edad. Entonces piensas "Pff daría lo que fuera por volver a tener la piel y la salud de hace 30 años"

Lo triste de esto es, que nunca estamos conformes con nuestra edad, queremos ser más viejos o jóvenes, pensamos en momentos futuros o pasados, cuando lo que tenemos que hacer es disfrutar del presente.


lunes, 1 de octubre de 2012

Just say it


A veces no decimos lo que nos gustaría decir. Deseamos gritar algo a los cuatro vientos, pero no tenemos el suficiente valor para hacerlo. 

Lo triste es que se debe a que tenemos miedo de la reacción de la persona a la que concierne lo que digamos. Pensamos que la vamos a fastidiar, que hay un porcentaje mayor de que las cosas salgan mal, que de que salgan bien. No queremos correr riesgos así que nos callamos.
Pero ese es el problema, que no nos arriesgamos, y quien no arriesga no gana.
Hay quien, después de mucho pensar, decide arriesgarse pero nunca encuentra el momento adecuado para hacerlo.
Esto nos deja en el mismo sitio que antes, o incluso peor, ya que llegara un día en el que ocurra algo que hará que ese porcentaje de que las cosas salieran bien se reduzcan a cero. Entonces no habrá momento ni malo, ni bueno, ni perfecto, simplemente no existirá. Y llegará el conocido sentimiento del arrepentimiento y pensaremos "Ojalá lo hubiese dicho cuando tuve ocasión". Pero ya no tiene solución.

 Lo único que se puede hacer es aprender de tu error e intentar no volverlo a cometer.